Escenas de un pensamiento incomodo

En la última página de nuestros libros puede leerse desde hace unos años la siguiente inscripción: 

 

Quienes formamos parte del día a día de Prometeo Editorial creemos en la palabra escrita

en la magia de las ideas y en el pensamiento crítico

Soñamos herramientas que puedan ayudar a mejorar la humanidad

y hacerla más democrática, más justa y solidaria. 

Pensamos que en el sur del mundo aún hay mucho por decir, por hacer y por cambiar

Deseamos que este libro forme parte de hermosas bibliotecas que sabrán hacer de él

un sólido instrumento de reflexión

 

Será tal vez su ya larga cercanía a quienes formamos parte de Prometeo, o su capacidad de generar instrumentos y herramientas aptos para la reflexión de cualquiera que se tope con ellos, o bien simplemente que la fuerza de sus ideas no puede sino hacer de la humanidad más justa, democrática y solidaria, sea por lo que sea, pocxs autorxs expresan este sueño con el alcance y la eficacia que tiene Rita Segato. No es la primera vez que tenemos la dicha de anunciar que la autora ha publicado una novedad con Prometeo. Tampoco es la primera vez que teniendo su nuevo texto en nuestras manos nos inunda la sensación de que en nuestras manos tenemos un libro llamado a ser un clásico de esos cuya circulación -como todavía lo hacen por ejemplo Las estructuras elementales de la violencia, La guerra contra las mujeres y Contra-Pedagogías de la crueldad- no tiene cota ni en el tiempo ni en el espacio. Escenas de un Pensamiento Incómodo toca de múltiples maneras temas que ya había abordado la autora en sus libros anteriores: el decolonialismo, la violencia patriarcal como fundacional, el trabajo de campo para una presentación antropológica de nuestros problemas políticos. 

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Revisitar cualquiera de estos u otros tantos tópicos, que Segato maneja con total soltura, es un privilegio en sí mismo para quien lee. Pero el libro se destaca incluso entre su producción, tanto para quien conoce pormenorizadamente su obra como para quien se acerca con timidez a ella, por lo novedoso de varios problemas planteados en él como por el formato en que se presentan. 

Tenemos por ejemplo que Rita escribe uno de los ensayos que componen al libro en forma de aforismos. Si como formato estos pequeños textos, de gran claridad, contundencia y fecundidad para hacernos pensar, remiten a Friedrich Nietzsche, la calidad y los objetivos contra los que apuntan fomentan aún más la posible comparativa. ‘’Europa -dice Segato- no tiene otro. Para el pensamiento europeo, la otredad y la diferencia son un problema que debe ser resuelto’’. Los aforismos que componen dicho ensayo apuntan todos al continente que se presenta como polo positivo de toda dicotomía nacional, a fin de dar cuenta cómo esta operación configura un otro llamado a padecer desde entonces algunas determinadas tipificaciones: 

 

V. La modernidad es una gran máquina de producir anomalías minorizadas de todo tipo; anomalías que tienen que ser filtradas por la grilla de referencia universal, y -utilizando el lenguaje del multiculturalismo- reducidas, tipificadas y clasificadas como identidades políticas iconizadas a fin de ser reintroducidas en la esfera pública en ésta su nueva y única forma. Cualquier cosa que no pueda ser adaptada a este ejercicio, a la que no se la pueda hacer encajar en la matriz de lo existente, obrando como un gran proceso digestivo, se convierte en una anomalía sin lugar y está sujeta a la expulsión y al destierro de la política. 

 

VI. Lo normal y sus anomalías -esa es la estructura del binarismo-. 

Los ensayos que componen este volumen, son textos que se encontraban dispersos, perdidos, casi inaccesibles. En ese período, un pensamiento crítico y decolonial por largo tiempo intuitivo, podríamos decir avant la lettre, fue fermentándose en el tratamiento de los distintos campos presentes en este volumen: el patriarcado como violencia originaria, el fracaso del punitivismo como meta de la Justicia, lo que los museos no entienden –sobre el eurocentrismo y su carácter intrínsecamente racista–, la llaga abierta de Palestina, la antropología frente a la religión y la ética y, al final de la antología, los textos sobre el autor que definió la perspectiva crítica de la colonialidad del poder y su forma de pensar el mundo a partir de América Latina, Aníbal Quijano. Las desobediencias en que estos textos incurren son de diversos órdenes. Lo que estas tienen en común, no obstante, es el hecho de abordar las distintas cuestiones siempre por su faceta dejada a la sombra, invisible, en sus tratamientos habituales. La lectura se hace por la puerta trasera, por el lado oscuro de cada tema. En una oportunidad me encontraba sentada a una mesa con algunos colegas, entre los que se hallaba un célebre periodista, Reynaldo Sietecase. Acababa de ser designada encargada de una cátedra recién creada en la Universidad Nacional de San Martín, cuando sonó mi teléfono urgiéndome a darle un nombre a la misma. Como no encontraba una respuesta, mi amigo periodista desde el otro lado de la mesa dijo con voz altisonante: “¡Cátedra Rita Segato de pensamiento incómodo!” Perpleja, le pregunté: “¿Y por qué debería llamarse de esa manera?” Él respondió: “Rita, cuando vos pensás, incomodás”. 

También hay novedades en otros ensayos del libro, ya no desde su forma, ortodoxamente académica, sino en sus temas: el texto que cierra el libro, un comentario a la temporalidad en Quijano, da pie a que Rita nos exhiba a nosotrxs una nueva temporalidad. Puede asimismo sorprender la tematización de Israel como estado-títere de un plan ‘’colonial, despojador y genocida’’ eurocéntrico. Lo cierto es que, ya sea refrescando el contenido, la forma o la reflexión misma, el pensamiento de Segato nos sigue incomodando, casi 20 años después de publicado su primer libro en nuestra editorial. Nos sigue incomodando porque lejos de ser un interlocutor comedido, el texto se preocupa por sacudirnos y transformarnos como hablantes. 

Esta transformación interactiva que otorga la reflexión es tematizada por la propia Rita en el ensayo Antropología y Derechos Humanos: La alteridad y la ética en el movimiento de expansión de los derechos universales al rescatar como Levinas plantea el problema del otro: ‘’una reflexión que nos conduce a coincidir con lo que ya somos es una reflexión inválida, porque el otro no hace su auténtica intervención -el otro, justamente, es plenamente otro cuando tiene por consecuencia fracturar el nosotros, no dejarlo incólume’’

 

Chantal Akerman: el exilio

Del Este / de Chantal Akerman (1993)

Exilios es una serie de cuatro films documentales realizados por Chantal Akerman, tomando como ejes políticos y articuladores a la violencia, las fronteras y los muros como líneas divisorias, los movimientos poblacionales, la desidia, el frío, el desierto, la quietud y la soledad. Se compone de Del este, atravesando Europa del Este luego de la caída del muro, registrando los rostros de personas que miran, circulan, esperan, detenidos, suspendidos en el tiempo. Sur, que fue filmada en el sur de los Estados Unidos, narra la historia de un hombre negro asesinado por tres jóvenes blancos en Texas, contado a través del camino, de los árboles, del tiempo, del silencio, jugando con los registros de memoria en un lugar que no lo permite. Del otro lado, un retrato de la frontera de Sonora (norte de México), registrando diversas entrevistas de personas que habían perdido a un ser querido cruzando hacia EE.UU., así como también a aquellos que se hallaban del otro lado de la frontera controlando y vigilando esas partidas. Del otro lado, que refiere a aquella línea divisoria y difusa que conforma la frontera: un espacio indefinido e impreciso, de tránsito, descampado y desnudo, hostil. Y por último, Allá abajo, compone un autorretrato documental en el que ella se encuentra aislada en un departamento en Tel Aviv, sin salir observando estáticamente, a través de las rendijas de las persianas, los balcones de sus vecinos y sus movimientos, reflexionando en voz alta sobre acontecimientos tanto banales como violentos que suceden durante su viaje: recuerdos de su infancia, reflexiones sobre la soledad, sobre el judaísmo y la familia.

Chantal Akerman explora el tiempo, los flujos del movimiento y el espacio a través de imágenes fijas, que con su quietud generan un quiebre en la percepción que el espectador suele tener del paso del tiempo: planos fijos, largos, una cámara obstinada y obsesionada con aquello que sucede del otro lado donde no describe ese lugar ni ese tiempo; en un punto, lo trasciende dejando que la propia imagen construya un tiempo y un espacio propio. Planos de diez minutos de duración donde pareciera que no sucede nada, pero es justamente aquella insistencia en quedarse allí mirando la que re-significa ese vacío: en un momento, algo sucede, alguien aparece, alguien habla, alguien se mueve, alguien deja de esperar.

Del otro lado / de Chantal Akerman (2002)

Del otro lado (2002)

Una frontera que aleja, que divide lenguajes y experiencias, que arrasa con vidas a raíz de esas diferencias. La cámara registra paisajes desiertos, de día, de noche, desolados: Akerman mira desde un lado y desde el otro, recorriendo el español y el inglés, mirando desde afuera, acercándose cada vez más, yendo desde una mesa familiar mexicana hasta llegar a mirar a través del visor de un arma, del otro lado. Ella narra en francés a través de una voz en off la búsqueda de la madre perdida de David, uno de los entrevistados: observamos una gran autopista y la recorremos buscando a ese personaje, a aquella madre perdida en el desierto, sin rastro, sin huella. ¿Cómo interpretar un cuerpo en otro idioma, traducirlo? Ella, en francés, el cuerpo, en español, la ruptura, en inglés. Akerman intenta traducir aquellas entrevistas para recomponer y reconstruir, dejando en evidencia todas las fronteras y líneas divisorias que dejan incompletos los cuerpos, las historias. La directora toma como eje la violencia institucional presente en esos espacios ambiguos que no son ni una cosa ni la otra, donde no hay leyes ni reglas, donde no hay idioma que valga, ni un hogar a donde ir: el cruce de un país a otro se vuelve peligroso e inhabitable. Akerman retrata ese no-lugar como la conjunción del paisaje mexicano, de lo marrón, del polvo, de lo seco, de la selva, y lo estadounidense, verde, privado, contaminante, policial. Recorre con imágenes esos paisajes, sus rutas, a veces en movimiento, pero mayoritariamente desde un punto fijo, observando desde lejos, intercalando planos de los entrevistados, quietos en habitaciones, narrando mirando a cámara: un travelling muy largo de la frontera, y luego un joven que viajó durante tres días para cruzar de un lado a otro, capturado por la policía fronteriza de Estados Unidos. Ella misma cruza, nos hace cruzar, nos hace observar desde ambos lados: intercala imágenes en blanco y negro con una cruz en el centro siendo esto el visor de las armas de la policía que apuntan hacia sus objetivos, hacia familias que corren por el desierto, huyendo, intentando sobrevivir.

El sonido funciona como un elemento que nos ayuda a ver: a veces pareciera que no estamos viendo nada, simplemente un paisaje, pero es a través del sonido que se construye incertidumbre y temor, como huella y evidencia de aquello que no vemos pero que está allí. Sonido ambiente. No agrega casi nada que no pertenezca a ese espacio: observamos y oímos aquello que está allí, en su tiempo real, permaneciendo, existiendo. Un cine de tiempos lentos. Cumbia, gritos, juegos, risas, en el desierto pasos, árboles y malezas en movimiento, viento, silencio, voces en español, sonidos de interferencia, radios policiales, tractores, un violín que acompaña ese espacio difícil de transitar. Akerman lo que realiza son, quizás, ensayos de la existencia: esto está aquí, sucede, en este tiempo, en este espacio; uno lo puede recorrer, registrar, pero al final siempre por fuera, observando.

 

Y ahora volviendo, ¿será su cualidad de ser-otro lo que le da a los libros de Segato la fuerza transformadora que identificamos más arriba? ¿Que al leerla, su obra nos fractura necesariamente como la primera vez? El título de esta novedad apunta a confirmar esta tentativa: cuando Rita piensa nos incomoda, nos incita a ver las cosas desde la puerta de atrás, donde las más de las veces nos encontramos con la trama de un mundo que suponíamos más simple y menos injusto de lo que en realidad es. Para diluír tal suposición, para combatir la apatía de pensar que todo cuanto puede ser dicho fue de alguna manera ya enunciado, para pensar en las cosas que de ser pensadas pueden cambiar la vida de las personas para mejor: para todo esto se edita un libro, y por eso es que editar a Segato, una vez más, es para nosotros un orgullo y una alegría inmensa de saber que lxs lectorxs se reencontraran con tal movilización. En caso de querer ser unx de ellxs, podes adquirir el libro acá.