HERENCIAS DE LA INMIGRACION JUDIA EN LA ARGENTINA / LEVINSKY ROXANA

Hacia el Centenario de la Revolución de Mayo hubo en Argentina una suerte de revista de las naves: cada colectividad ofreció al país y a su ciudad capital un monumento, testimonio del aporte propio a la construcción de un país joven, vigoroso y con un futuro prometedor. Así lo hicieron los españoles, italianos, ingleses, franceses o alemanes. Por entonces también se publicaron libros, que registraron con precisión quiénes fuero los que habían hecho aportes importantes y en qué actividades habían descollado. 

Faltaron los judíos, quizá por que su estatuto de colectividad no estaba por entonces respaldado por la presencia de un Estado constituido. Hoy no es así, y en buena hora llega este libro para establecer, cuantitativa y cualitativamente, la importancia de ese aporte, y en este caso especial, su aporte a la cultura. 

Sobre el libro caben dos miradas. Una es la que surge en la propia colectividad, naturalmente preocupada por establecer la singularidad y magnitud de ese aporte; ese recuento constituye una pieza clave en la construcción de su propia subjetividad, aquello que la singulariza como una parte de la comunidad nacional donde han elegido desarrollar su existencia. 

Esa perspectiva está ampliamente recogida en las nutridas páginas de este libro